A partir de 3º de primaria se inicia el aprendizaje de la acentuación, aunque es habitual encontrar alumnos, en cursos superiores, que no saben poner tildes.

Este problema no solo se da en alumnos disléxicos o con otras dificultades de aprendizaje, sino que está bastante extendido entre la población escolar.

La principal causa es que saltamos de un nivel a otro sin haber afianzado la enseñanza anterior. Una vez más, intentamos construir el tejado sin haber edificado los muros.

Cada vez que un alumno de quinto, sexto o de la ESO me comenta que le restan puntos en los exámenes por no poner tildes, lo primero que hago es valorar si conoce el sistema de acentuación.

La mayoría de ellos han memorizado los conceptos teóricos aunque ni los comprenden ni saben aplicarlos.
Al último alumno le pregunté: -¿Sabes lo que son las palabras agudas? Y su respuesta fue: -Sí, las que acaban en vocal, ene o ese.

Este tipo de respuesta deja claro que la metodología utilizada no es útil para la totalidad del alumnado. Por lo cual, los docentes no deberían castigar un error sin conocer el motivo por el que el alumno lo comete.

A continuación se explican los pasos y actividades básicas que debemos seguir para enseñar a poner tildes.

 

 

1º Segmentación silábica

Lo primero es cerciorarse de que el alumno sabe segmentar silábicamente las palabras. Aunque parece algo sencillo nos sorprenderá observar errores y titubeos ante esta tarea que, si se hubiera trabajado la conciencia fonológica en cursos previos, no supondría ninguna dificultad.

Comenzamos por solicitar que separe las sílabas de algunas palabras. (Explicamos e introducimos diptongos e hiatos en función de la edad).

En caso de observar dificultades a este nivel, tales se trabajarán el tiempo que sea necesario hasta que la habilidad de segmentar correctamente las palabras se automatice y no requiera esfuerzo cognitivo alguno.

Segmentación silábica

 

2º Identificación de sílaba tónica

Una vez que el alumno segmenta adecuadamente todo tipo de palabras procedemos a explicarle qué es la sílaba tónica y le pedimos que identifique y rodee esta sílaba en un conjunto de palabras.

Si muestra dificultades a este nivel trabajamos la identificación “cantando las palabras” hasta que le resulte sencillo identificar la sílaba tónica sin titubeos.

Sílaba tónica

 

3º Categorización de las palabras

Una vez superados los pasos anteriores explicamos los distintos tipos de palabras que existen en función de dónde se ubica la sílaba tónica. (En los libros de texto se suelen seguir estos pasos pero no siempre nos aseguramos de que se han afianzado antes de pasar a explicaciones más complejas).

Agudas

La sílaba tónica, más fuerte o donde recae el golpe de voz, va siempre al final.

Agudas

Llanas

La sílaba tónica, más fuerte o donde recae el golpe de voz, va siempre la penúltima, es decir, siempre queda una átona después.

Llanas

Esdrújulas

La sílaba tónica, más fuerte o donde cae el golpe de voz, va siempre antes de la penúltima, es decir, siempre quedan dos átonas después.

Sobreesdrújulas

Si creemos que la nomenclatura puede suponer mucho lío, podemos tratar las sobreesdrújulas como esdrújulas e indicar que es esdrújula cualquier palabra en la que quedan como mínimo dos sílabas átonas a partir de la tónica.

Esdrújulas y sobreesdrújulas
Tras las explicaciones pedimos al alumno que categorice una lista de palabras en función de su nomenclatura.

Tipos de palabras según su acentuación

Si observamos que tiene dificultades para resolver la actividad podemos realizar distintas tareas de refuerzo.

Evocar cierto número de palabras agudas, llanas y esdrújulas, por separado. Por ejemplo: – Dime o escribe 10 palabras agudas.

Unir estructuras con tipo de palabra: aguda, llana y esdrújula.

Acentuación
Unir estructuras con palabras y categorizarlas según tipo de palabra.

Acentuación
Encontrar palabras agudas, llanas o esdrújulas en un texto y subrayarlas de distinto color.

Acentuación

 

4º Aplicación de las reglas de acentuación

Una vez que el alumno determina sin esfuerzo el tipo de palabra ante la que se encuentra le enseñamos cuándo llevan tilde cada una de esas palabras, centrándonos en cada tipo por separado.

Por ejemplo, comenzamos con las palabras agudas, las cuales solo llevan tilde cuando terminan en vocal, ene o ese.

Por tanto, cuando estamos ante una palabra aguda, esta solo llevará tilde, en la última vocal, si la última letra es una vocal, una ene o una ese.

Para comprender esta norma le pedimos que acentúe una lista de palabras agudas.

Una vez que han comprendido la norma pasamos a explicar la acentuación de las llanas, las cuales son contrarias a las agudas, pues solo llevan tilde si terminan en consonantes que no sean ene o ese.

Y, por último, explicamos que las esdrújulas, es decir, las palabras en las que siempre quedan dos átonas como mínimo después de la tónica, siempre llevan tilde en la vocal de la sílaba tónica.

Tras la explicación, se aplica la norma en una lista de palabras de un tipo concreto, después, se pide que pongan tildes a palabras de todo tipo mezcladas y, por último, en textos sin acentuar.

 

5º Generalizaciones que nos ayudan a poner tildes.

Durante las explicaciones podemos introducir generalizaciones que faciliten la acentuación de palabras restándole esfuerzo cognitivo a esta tarea.

Para determinar qué estrategias serán más útiles en cada caso, deberíamos tener en cuenta la edad y capacidad de los alumnos, partiendo de que es más eficaz enseñar pocos contenidos asegurándonos de que quedan afianzados, antes que transmitir mucha información y que esta no llegue asimilarse correctamente.

• Es fundamental enseñarle al niño a cantar las palabras y, sobre todo al principio, pedirle que realice esa actividad con las palabras no monosílabas mientras escribe.

• Hemos de explicar que las monosílabas no se acentúan a excepción de la tilde diacrítica que aparece en un reducido número de palabras: té, dé, mí, sí, él, más, sé, tú, qué,. Por tanto, generalizamos que solo acentuamos palabras de dos o más sílabas.

• Una misma palabra puede cambiar su entonación, cambiando su significado: público, publico, publicó. Esto ocurre sobre todo con las formas verbales en diferente persona y tiempo: actúo, actuó, actuaran, actuarán.

• Para saber si las palabras terminadas en –mente llevan tilde, tenemos en cuenta si la palabra sin el sufijo “-mente” llevan tilde, si es así, se le pone en el mismo lugar (fácil – fácilmente).

• Todas las partículas interrogativas y exclamativas llevan tilde para darles intensidad a su entonación: dónde, cuándo, por qué, cómo, qué, cuánto…
Incluso cuando van en interrogaciones indirectas: “Me preguntaba qué era lo que querías de mí.”

• La mayoría de las palabras de nuestro idioma son llanas terminadas en vocal, ene o ese, por lo que la mayoría no se acentúa.

• En el caso de las llanas, las consonantes que suelen aparecer en posición final son d, l, m, t, r, z, por tanto, atención a las llanas terminadas en estas consonantes.

• Muchas formas verbales en pasado, futuro y condicional llevan tilde, esto es muy útil a la hora de hacer dictados. Por ejemplo, si los verbos están en pasado: El niño entró a la tienda y compró un… Si están en futuro: Yo saldré a la calle y miraré… Y si están en condicional: Si abrían la puerta tendrían que…

• Para trabajar la acentuación de los diptongos podemos simplificar diciendo que todas las palabras se acentúan según las reglas vistas, a excepción de cuando van dos vocales juntas en una misma sílaba formando diptongo, es decir, una débil (cerrada) y una fuerte (abierta) o viceversa y, el sonido de la débil es más fuerte y prolongado que el de la fuerte.

Por tanto podemos decir que, en un diptongo o unión de vocales dentro de una misma sílaba, siempre que la vocal débil “i – u” suena más fuerte es porque lleva tilde (en cuyo caso se convierte en un hiato). En este caso predominan las palabras terminadas en “ía” María, peluquería, tenía, agonía, lavandería, tía, estantería, había…
Resumiendo, siempre que una vocal cerrada, dentro de un diptongo, recibe el golpe de voz es porque lleva tilde.

• Algunas particularidades. (Se puede considerar tilde diacrítica).
Más, lleva tilde cuando indica cantidad y no se puede sustituir por “pero”.
Aún, lleva tilde cuando se puede sustituir por todavía.

Desde la nueva actualización de la RAE, los pronombres demostrativos y la palabra “solo” no llevan tilde bajo ninguna condición.